A medida que vamos cumpliendo años, nuestras capacidades cognitivas se van deteriorando, y esto sucede a partir de los 30, por lo que no hace falta que nos hagamos mayores.
De todos es sabido que un mayor nivel de educación o una actividad cerebral moderada puede enlentecer los déficits producidos por una demencia.
No sé si conocerán el famoso “Estudio de las Monjas”, un estudio longitudinal sobre envejecimiento y enfermedad de Alzheimer, en el que 678 miembros de la congregación religiosa de la escuela de hermanas de Notre Dame, con edades entre 75 y 103 años, acordaron participar en valoraciones anuales sobre su capacidad física y cognitiva y donar su cerebro en el momento de su muerte para un estudio neuropatológico. Pues bien, en el estudio se encontró que a pesar de tener un cerebro con signos de Alzheimer, tales como placas y ovillos, como tenían muchas de las hermanas, no existía evidencia de ello en sus facultades mentales, descubriendo así la importancia de lo que conocemos como “reserva cerebral” que favorecerá en el cerebro el establecimiento de conexiones nerviosas nuevas que van a compensar los daños causados por el Alzheimer.
Es por esto por lo que, a medida que avanzan los años, es importante entrenar nuestros cerebros al igual que salimos a caminar o realizamos gimnasia de mantenimiento. Es cierto que durante la edad laboral, dicho entrenamiento viene implícito, en la mayoría de las ocasiones, en el día a día, en el trabajo, al ir a la compra o al pagar en un comercio, pero según pasan los años, esta actividad va disminuyendo.
En muchas ocasiones, los centros y asociaciones de mayores son utilizados como mero entretenimiento, siendo un lugar de encuentro y de ocio para personas de avanzada edad. Sin embargo, cada vez son más las localidades que hacen uso de este tipo de centros para ofrecer a sus habitantes una amplia oferta de actividades.
Un ejemplo de ello es el curso de Terapia Ocupacional realizado en el Ayuntamiento de Nava de la Asunción (Segovia). Según publica El Adelanto de Segovia el pasado 7 de octubre, unas 80 personas, con edades comprendidas entre 60 y 93 años participan en el mismo con el objetivo de fomentar la salud física y mental. Nava de la Asunción es una población de 2941 habitantes en 2014 y el curso se desarrolla en el centro de jubilados. Se divide en un total de seis grupos y la duración del mismo es 1 horas diaria habiendo comenzado este año un mes antes a petición de los propios usuarios.
Por todo lo indicado anteriormente, cabe recalcar la importancia de llevar a cabo más cursos de este tipo, bien desde los ayuntamientos, centros y asociaciones de mayores, bien a nivel particular, buscando a un profesional cualificado para llevar a cabo un programa de estimulación de las diversas funciones cognitivas tales como atención, memoria o funciones ejecutivas entre otras.